Vital Signs en Español: Hablando de vacunas: escuchar es esencial para saber responder ======================================================================================= * José Ramón Fernández-Peña Después de tantos meses de imágenes de muerte y sufrimiento, se me hizo un nudo en la garganta hace unos días al ver las primeras imágenes de personal médico recibiendo la vacuna contra el Covid-19. ¡Qué alegría! Un logro impresionante para la humanidad basado en el trabajo que empezara Katalin Karikó, una emigrante húngara, hace casi 30 años. El momento fue ampliamente divulgado y con gran atención al simbolismo del momento: Sandra Lindsay, una enfermera intensivista en la ciudad de Nueva York recibió la vacuna de la Dra. Michelle Chester, ambas Afro Americanas. El mensaje era claro: la vacuna es segura, y para probarlo aquí tenemos a dos representantes de una de las comunidades más afectadas por el coronavirus. La misma comunidad víctima de una larga historia de abusos y negligencias por parte del sistema de salud médico. A medida que fueron pasando los días, me preguntaba si el mensaje habría sido efectivo. Hablando con familiares, amigos, y compañeros de trabajo empecé a darme cuenta de la magnitud del trabajo que se va a necesitar para llevar al éxito esta campaña de vacunación, la más amplia en la historia de los Estados Unidos. Para algunos, ver a una mujer negra recibiendo la primera dosis de una nueva vacuna trajo a la mente la trágica historia de los experimentos nefarios de Tuskegee. A muchos de mis colegas y amigos emigrantes les recordó su falta de derechos y el miedo a la deportación. Para otros, la vacuna representa la vuelta a la normalidad, “Podremos viajar otra vez esta primavera” me decía mi prima en el teléfono, sin haber entendido que aun después de recibir las dos dosis de la vacuna habrá que mantener las mismas normas de uso de mascarillas, sana distancia, y lavado frecuente de manos por bastante tiempo. Y para otros la vacuna no significa un cambio inmediato y me dicen: “Yo voy a seguir trabajando desde mi casa, minimizando mi contacto con otros y esperaré a que tengamos más datos sobre la vacuna” me dijo un amigo. En el futuro próximo, todos nosotros en el área de Salud Pública jugaremos un papel importantísimo para controlar esta pandemia. Por una parte, tenemos que continuar reforzando los mensajes de prevención contra la infección por el coronavirus. Por la otra, es imperativo que escuchemos atentamente cuáles son las dudas y miedos sobre la vacuna contra el Covid-19 para que podamos responder a ellos de manera adecuada. A mediados de los años 50, un médico amigo de mis padres ofreció vacunarnos con unas de las primeras dosis de la vacuna contra la polio que él mismo trajo a México, pero mi madre se negó. Unas semanas después, uno de los hijos del médico amigo cayó enfermo de polio. Aparentemente, algunas de las dosis de la vacuna que él usó no habían sido correctamente elaboradas. Esta experiencia hizo que mi madre nunca más tuviera confianza en las vacunas. Pienso en mi madre y me pregunto: ¿Sabría yo darle la información necesaria y correcta para que ella decidiera ponerse la vacuna contra el Covid-19? ¿Sabrían ustedes? Cuéntenme cómo lo harían. Mándenme sus sugerencias a president{at}apha.org. *Para leer esto en inglés, visite* [https://www.thenationshealth.org/content/51/1/3.1](https://www.thenationshealth.org/content/51/1/3.1)*.* * Copyright The Nation’s Health, American Public Health Association